lunes, 23 de noviembre de 2015

REFLEXIÓN

UNA REFLEXIÓN

            La patria de un hombre es siempre su infancia. Y la infancia de un hombre dura mucho, hasta que tiene un trabajo diría y (bueno, entonces, para muchos niños yunteros, no dura mucho). Y de adulto, desde que encuentra trabajo, el hombre se refugia en sus recuerdos, en su infancia, y se niega a salir de esa su patria, y una y otra vez vuelve a aquéllos juegos, aficiones, rincones, paisajes, aventuras. Intenta recorrer la patria querida con su mujer-madre, con sus hijos-que-son-él, con sus amigos de entonces que lo son siempre...
            Un maestro tiene la fortuna de poder habitar su infantil patria también en la escuela, porque todos los alumnos son también sus hijos-que-son-él, de manera que, convertido en maestro, regresarías a tu patria, y volverías a ser mago y a ser actor y zoólogo y físico, arquitecto, deportista, astrónomo, ajedrecista, poeta. Llevarías al aula todas tus aficiones y volcarías en tus hijos-alumnos todas tus vocaciones para que ellos fuesen descubriendo las suyas. Mientras les enseñabas Matemáticas y Literatura y Geografía y Gramática... les enseñarías a ver cuando miran, a pensar cuando leen, a sentir cuando tocan, a soñar cuando respiran, a madurar mientras crecen, a vivir mientras sueñan... ¡y a soñar mientras viven!
            ¿Repetimos siempre la misma historia, damos vueltas eternamente en la misma espiral que se inicia desde la primera infancia y acaba en el primer trabajo? Creo que sí. Pero mientras todo el mundo lo hace como viaje interior recurrente, el Maestro realiza este viaje de puertas afuera, saliendo de su mundo interior y proyectando la sombra alargada de su pasado hacia el presente de su entorno socio-laboral, impregnándolo de sus experiencias, sus vivencias, sus aprendizajes, y lanzando el mensaje de su aprendizaje hacia el futuro de sus enseñanzas.

            Es afortunado el Maestro y es afortunada la sociedad que lo acoge cuando lo hace, que no es ésta, que no es ahora. Peor para ella. Peor para todos.

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